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Ligamento (MCL/LCL/PCL)  Lesiones

Ligamento (MCL/LCL/PCL)  Lesiones

La rodilla es una articulación compleja que se mantiene unida por varios ligamentos. Las lesiones de los ligamentos son comunes y pueden variar desde esguinces leves hasta desgarros completos. Para comprender las lesiones de los ligamentos de la rodilla, es importante analizar primero la anatomía de la rodilla.

 

Anatomía

 

La articulación de la rodilla está formada por tres huesos: el fémur (hueso del muslo), la tibia (hueso de la espinilla) y la rótula (rótula). El fémur y la tibia se mantienen unidos por cuatro ligamentos principales:

 

  1. Ligamento cruzado anterior (LCA): este ligamento atraviesa el centro de la rodilla y evita que la tibia se deslice demasiado hacia adelante.

  2. Ligamento cruzado posterior (PCL): este ligamento atraviesa el centro de la rodilla y evita que la tibia se deslice demasiado hacia atrás.

  3. Ligamento colateral medial (MCL): este ligamento corre a lo largo del interior de la rodilla y ayuda a estabilizar la rodilla de lado a lado.

  4. Ligamento colateral lateral (LCL): este ligamento corre a lo largo de la parte externa de la rodilla y ayuda a estabilizar la rodilla de lado a lado.

Mecanismo de lesión

 

Las lesiones de los ligamentos pueden ocurrir como resultado de varios mecanismos, que incluyen:

 

  1. 1. Impacto directo: un golpe directo en la rodilla puede causar daños en los ligamentos.

  2. Lesión por torsión: un movimiento repentino de torsión o giro de la rodilla puede causar daño en los ligamentos.

  3. Lesión sin contacto: las lesiones de los ligamentos también pueden ocurrir sin un golpe directo o un movimiento de torsión, como al aterrizar de un salto o cambiar de dirección rápidamente.

 

Tratamiento

 

La gravedad de una lesión de ligamentos puede variar desde un esguince leve hasta un desgarro completo. Las opciones de tratamiento para las lesiones de los ligamentos de la rodilla dependen de la gravedad de la lesión y del ligamento específico afectado. El manejo no quirúrgico puede incluir:

 

  1. Descanso, hielo, compresión y elevación (RICE): estas medidas pueden ayudar a reducir el dolor y la hinchazón.

  2. Fisioterapia: Los ejercicios para mejorar la fuerza y la flexibilidad pueden ayudar a sostener la rodilla y prevenir lesiones mayores.

  3. Refuerzo: una rodillera puede ayudar a sostener la rodilla y evitar el movimiento excesivo.

  4. Manejo del dolor: se pueden usar analgésicos de venta libre o inyecciones de corticosteroides para controlar el dolor y la inflamación.

En los casos en que el manejo no quirúrgico no proporcione alivio, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico. Las opciones quirúrgicas pueden incluir:

 

  1. Reparación de ligamentos: en algunos casos, un ligamento desgarrado se puede reparar con suturas u otras técnicas.

  2. Reconstrucción de ligamentos: este procedimiento consiste en reemplazar el ligamento desgarrado con un injerto tomado de otra parte del cuerpo o de un donante.

 

La recuperación y rehabilitación de las lesiones de los ligamentos de la rodilla puede llevar varios meses y puede implicar fisioterapia para recuperar la fuerza y la movilidad de la rodilla. Es importante trabajar con un proveedor de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento individualizado basado en las necesidades y objetivos específicos del paciente.

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