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Inestabilidad de la rótula (rótula)

Inestabilidad de la rótula (rótula)

La inestabilidad de la rótula es una afección en la que la rótula (rótula) se sale de su posición normal, lo que provoca dolor e inestabilidad en la articulación de la rodilla. Para comprender la inestabilidad de la rótula, es importante analizar primero la anatomía de la rodilla.

 

Anatomy 

 

La rótula es un hueso de forma triangular que se asienta sobre la parte delantera de la articulación de la rodilla. Se mantiene en su lugar mediante tendones y ligamentos (ligamento femororrotuliano medial)  que lo unen al hueso del muslo (fémur). La rótula se mueve hacia arriba y hacia abajo en un surco en el extremo del fémur a medida que la rodilla se dobla y se endereza. Cuando la rótula se sale de este surco, puede causar dolor e inestabilidad en la rodilla.

 

Hay varios factores que pueden contribuir a la inestabilidad de la rótula, que incluyen:

  1. Factores anatómicos: algunas personas pueden tener un surco patelar naturalmente poco profundo o desalineado, lo que facilita que la rótula se mueva fuera de posición.

  2. Trauma: un impacto directo en la rodilla o una lesión por torsión puede hacer que la rótula se disloque.

  3. Debilidad o desequilibrio muscular: la debilidad o el desequilibrio en los músculos que sostienen la rodilla pueden provocar inestabilidad de la rótula.

  4. Articulaciones hipermóviles: las personas con articulaciones hipermóviles pueden ser más propensas a la inestabilidad rotuliana.

 

Tratamiento

 

Las opciones de tratamiento para la inestabilidad rotuliana dependen de la gravedad de la afección y de la causa subyacente. El manejo no quirúrgico puede incluir:

  1. Fisioterapia: los ejercicios para fortalecer los músculos que sostienen la rodilla pueden ayudar a mejorar la estabilidad de la rótula.

  2. Refuerzo: un aparato ortopédico para la rodilla que sostiene la rótula puede ayudar a mantenerla en su lugar durante la actividad.

  3. Modificación de la actividad: Evitar actividades que agraven la rodilla puede ayudar a reducir los síntomas.

  4. Manejo del dolor: se pueden usar analgésicos de venta libre o inyecciones de corticosteroides para controlar el dolor y la inflamación.

En los casos en que el tratamiento no quirúrgico no proporcione alivio, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico. 

 

Las opciones quirúrgicas pueden incluir:

  1. Reconstrucción del ligamento patelofemoral medial (MPFL, por sus siglas en inglés): este procedimiento consiste en crear un nuevo ligamento para ayudar a mantener la rótula en su lugar.

  2. Osteotomía de la tuberosidad tibial: en este procedimiento, la inserción ósea del tendón rotuliano se reposiciona para mejorar la alineación de la rótula.

 

La recuperación y rehabilitación del tratamiento de la inestabilidad de la rótula puede llevar varios meses y puede incluir fisioterapia para recuperar la fuerza y la movilidad de la rodilla. Es importante trabajar con un proveedor de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento individualizado basado en las necesidades y objetivos específicos del paciente.

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